Después de haber esperado como dos horas para renovar mi DNI, sentada en la oficina de la reniec rodeada de un rehuevo de gente y media aburrida, de no ser porque me encontré con una amiga del cole y ponernos al día en 10 minutos, seguro me hubiera puesto de mal humor porque ni había traído mi mp4 ni un libro para pasar el rato, y eso que el día anterior había pensado en llevar un libro pero con el apuro de salir me olvidé; después de que me atendieron fui a dar un paseo por Jesús María a ver que novedades encontraba, me metí al centro comercial de metro y me llamó la atención un stand donde hacían masajes, pregunté cuanto costaba, el precio estaba comodísimo pero no me cuadró mucho porque atendía un hombre, salí y seguí dando vueltas, al regresar pasé por otro stand con el mismo nombre, leí la publicidad de la vitrina y me llamó la atención un cartel que decía "súper masajes relajantes que controlan el stress, la ansiedad, masaje linfático, bioenergético, control de hambre, etc.....", así que me animé a hacerme los masajes relajantes; pagué y me llevaron al primer stand donde había entrado, esperé un rato y me atendió una señorita, entré y parecía como si estuviera entrando a un prostíbulo (como el que aparece en las películas), era un pasadizo medio largo con puertas a ambos lados y con una señorita parada en cada puerta, me dije "qué me pasará?...mmmm...."llegué a una de las puertas y entré en la pequeña sala, me desvestí y me eché en la camilla tapada con una sábana, la luz estaba tenue y la música relajante, entró la señorita y empezó a masajearme con un aceite caliente que olía riquísimo desde la punta de los pies hasta la cabeza, por delante y por detrás; mientras me masajeaba se me venían a la mente miles de ideas, entre ellas escribir esto y postearlo en el blog, a medida que las manos de la señorita kinesióloga recorrían mi cuerpo me imaginaba que me estaba masajeando un chico fornido de ojos claros con cuadraditos en el abdomen, bronceado... wow..., si fuera eso cierto... pero luego pensaba en la realidad y si algún hombre haría masajes seguro que hubiera sido algún mounstrito, no way!!!, no corre, it's so disgusting; en one pisé tierra y volví a relajarme poco a poco; cuando llegó a la espalda fue una sensación riquísima y la relajación aumentó, salvo cuando me masajeaba los hombros, hacía un movimiento que me causaba dolor pero era aguantable; cuando terminó me quice quedar un rato más desmoronada en la camilla de lo relajada y calientita que estaba, me vestí y me fuí contenta y súper relax.... para ser la primera vez no estuvo nada mal, está para regresar de nuevo.
13/11/10
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